Anoche tuve un sueño, y algo en él me hizo creer que todo
lo malo que me rodease sería insípido ante aquella sensación.
Algo que albergó en mi sueño una chispa de esperanza e ilusión,
algo que me hizo subir al cielo sin ser consciente de ello.
Rompí la soledad en un llanto por añorar un dulce momento,
le susurré al viento un pensamiento,
sabiendo que no llegaría allí donde se pierde el silencio.
Me sentí tan sola, como para hablarles solo a mis sentimientos,
esperando de nuevo sucumbir en el ocaso de la noche,
y así me volví vulnerable ante mi pequeño espacio,
y cuando llegó el alba, grité, callé, reí y lloré.
Esperé unas palabras, un gesto,
una mirada que me devolviera la sonrisa,
y un abrazo que me diera sosiego y cariño.
Todo esto sentí anoche, en aquel sueño,
donde yo perdí mis miedos y todo quedo pequeño
lo malo que me rodease sería insípido ante aquella sensación.
Algo que albergó en mi sueño una chispa de esperanza e ilusión,
algo que me hizo subir al cielo sin ser consciente de ello.
Rompí la soledad en un llanto por añorar un dulce momento,
le susurré al viento un pensamiento,
sabiendo que no llegaría allí donde se pierde el silencio.
Me sentí tan sola, como para hablarles solo a mis sentimientos,
esperando de nuevo sucumbir en el ocaso de la noche,
y así me volví vulnerable ante mi pequeño espacio,
y cuando llegó el alba, grité, callé, reí y lloré.
Esperé unas palabras, un gesto,
una mirada que me devolviera la sonrisa,
y un abrazo que me diera sosiego y cariño.
Todo esto sentí anoche, en aquel sueño,
donde yo perdí mis miedos y todo quedo pequeño
No hay comentarios:
Publicar un comentario